No es lo mismo CARPE DIEM que EL PODER DEL AHORA.
Pensando sobre la meditación y su pretensión de estar en el
presente me he dado cuenta que el poder del ahora del Zen no es lo
mismo que el “carpe diem” de Horacio, el club de los poetitas y toda esa historia.
En el carpe diem está la muerte presente, como se explica en la wikipedia. Disfruta el
presente porque el futuro acabará con tu juventud. En la película de Robin
Williams son los muertos (los estudiantes de generaciones anteriores) los que
avisan a los protagonistas. “Aprovechad que un día estaréis como nosotros,
criando malvas.”
Nada me parece más lejano del carpe diem que el estar en el presente de la meditación. “Cuando
como, como, cuando duermo, duermo”. En esta frase, con la que un maestro budista
quiso resumir el zen, no hay reflexión alguna sobre el paso del tiempo ni sobre
la muerte. Solo hay disfrute del ahora. Estar en lo que se está. No huyendo al
pasado, ni al qué haré, ni al qué pasará. Vivir en este momento lo que en este
momento toca vivir. Porque el ahora es lo más real que podemos tener nunca jamás, no porque un día seremos más viejos o perderemos la
juventud. El carpe diem parece un
consejo que solo pueden dar los viejos a los jóvenes. El vivir en el presente de la meditación tiene sentido recomendárselo también
a la madre de un amigo que, ya mayor y viuda, el fin de semana pasado, me
decía: “salid a cenar, disfrutad de la vida, que luego el cielo se pone cabeza
abajo.”
O como está vieja... ¿no tiene sentido que esta mujer viva el
ahora?
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