07 octubre, 2017

Comida de compañeros, identidad y animales.



Me apunté a la comida de bienvenida de los nuevos profesores. No me apunto nunca porque buscan restaurantes caros y prefiero gastarme el dinero en un finde con la caravana. Pero este sitio era barato y me animaron. En realidad estoy hablando de la comida de Navidad y la comida final de jubilaciones, porque esta era una actividad nueva. Es la recepción de los nuevos profesores, cosa que me parece un acierto, porque un porcentaje alto de profesores son siempre nuevos en el centro.

La comida tarda en llegar. Bastante. Una compañera propone que nos presentemos como hacen los americanos, tu nombre, tu asignatura, de dónde vienes, tus gustos y a qué dedicas el tiempo libre

Inmediatamente se me ocurre que lo lógico (o lo que identifica más a una persona) es presentarse contando tu estado civil, tus hijos, y no a qué dedicas el tiempo

Lo que sucedió es que la gente no decía su estado civil ni sus hijos pero tampoco se mojaban con respecto al tiempo libre. "Como habéis dicho muchos, casi no tengo tiempo libre", "tiempo libre poco, actividades muchas" "dedico el tiempo libre a hacer la programación (risas), que llevo tres días con ella y estoy hasta el gorro"

Un profesor listo y sincero: "Que no tenéis tiempo libre no me lo creo. Otra cosa es que no se pueda decir fuera de aquí, pero tiempo libre tenéis."

Yo dije (aparte de un chistecito) que estaba casado "y tengo dos hijos y dos gatos a los que adoro." Mi compañero de mesa me lo hizo notar. No dos hijos a los que adoro y dos gatos, que parece que sería lo lógico. Lo acepto. Puedes sentirte orgulloso o no de tus sentimientos. Lo que no puedes es elegirlos. Al menos de primeras. Luego podrás fomentar unos u otros pero lo que sientes es lo que sientes.

1 comentario:

  1. Me alegra verte por aquí de nuevo, echaba de menos leer estos relatos tuyos a veces de las cosas cotidianas, otras de cosas más profundas pero siempre y en definitiva con esa visión personal tuya tan entrañable ya, a estas alturas.

    No sé si tal vez tu compañero fue un poco mal pensado pero yo lo que entendí fue "y tengo dos hijos y dos gatos a los que adoro (a todos ellos, hijos y gatos).

    Pero llevas razón, lo que se siente se siente, incluso a veces a nuestro pesar. Aunque también tienes razón en lo de que se pueden fomentar o no. Todo esto me recuerda a una película de Woody Allen, "Hanna y sus hermanas", si no recuerdo mal. El personaje de Michael Cane le es infiel a su mujer, y piensa para sus adentros algo así como "simplemente me enamoré, no pude evitarlo, no fue algo premeditado ni planeado". A mi me sonó un poco a la autojustificación que se hace el personaje, porque si bien efectivamente no se puede evitar ni planear que alguien te guste, yo pensaba "vale, si esa atracción surge es cierto que no es premeditada, pero..¿y lo que viene después? No fue premeditado quedar con ella, seducirla, planear una escapada, reservar la habitación del hotel..." Es por ahí que creo que el argumento flaquea, es cierto como dices que lo que se siente se siente, pero creo que por esa capacidad de reflexión que tiene el ser humano, el sentimiento no lo es todo. Me viene a la cabeza al decir esto, el tema catalán, pero no voy a entrar en eso a estas horas...

    Un saludo.

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