Celia en la revolución. De Elena Fortún.

Mi madre leyó de chiquilla los cuentos de Celia, de Elena Fortún. Cuando yo era niño quiso que leyera las aventuras de Cuchifritín, que era el hermano de Celia, pero puesto que no tengo ningún recuerdo supongo que no me engancharon.

Ahora me llegó noticia de un libro de Elena Fortún que trata sobre la guerra civil, Celia en la revolución. El libro, un borrador en realidad, no se llegó a publicar en vida de la autora y solo treinta y cinco años tras su muerte ha visto la luz. 

Andrés Trapiello escribió el prólogo a la edición más reciente, reeditada en la editorial Renacimiento. Elena Fortún forma parte de los españoles de la tercera España. Aquellos que no quisieron estar ni en bando ni en otro y que por tanto fueron represaliados u olvidados por los vencedores pero tampoco fueron reivindicados por los perdedores. Otro ejemplo sería Chaves Nogales, con su “A sangre y fuego”.

Aún no he terminado la lectura de Celia en la revolución, pero en ella se relatan el horror de “los paseos” en la Valencia y el Madrid republicanos y también los bombardeos de estas ciudades, los horrores de los muertos bajo los escombros, las penurias del hambre de la guerra, la angustia de la gente desplazada. Celia va de unas ciudades a otras, buscando un lugar seguro, sin encontrarlo. Primero Madrid, desde Segovia, luego Valencia, más tarde Barcelona. La autora cuenta las cosas con sencillez, sin truculencias ni exageraciones, pero mostrando el absurdo de la guerra. Con detalles minúsculos pero cargados de humanidad y verdad. Celia no es una fanática. Su padre es republicano convencido pero ella  dice no entender de política y se niega a afiliase al partido comunista.

Hoy en día, que las noticias sobre los refugiados sirios nos sobrecogen, está bien recordar lo cercanos que dramas similares están en nuestra historia.