19 diciembre, 2015

¿Dónde está Joselu? 1

Los pocos (pero exquisitos, je je) lectores de este blog habrán echado de menos, últimamente, los comentarios de Joselu, habitual comentarista desde hace unos meses.

Él mismo explicó la razón en su blog. Parece claro que estas líneas se referían a mí.
Otros te resultan interesantes durante dos meses pero al cabo de este plazo, le ves el trasfondo egoico de su planteamiento: un intenso sentimiento de debilidad y menosprecio de sí mismo que se revela como adicción a estados de exhibicionismo y pornografía existencial. Dejan de interesarme. Hay muchos motivos de alejamiento de un blog: el choque de caracteres, un debate cargado de electricidad negativa que produce malestar, el agotamiento del modelo que lo encarnaba, la altivez ... Con esta me refiero a algunos blogs que no reciben apenas visitas y menos comentarios, pero el autor sigue adelante, en soledad, haciendo del blog su diario de derrota particular. Y lo más curioso es que estos altaneros blogueros no contestan nunca a los comentarios ni comentan en otros blogs. Su escritura es una suerte de autismo que no necesita para nada a los demás con los que no se desea un intercambio de ningún tipo. Solo estar ahí, señeros, firmes en la desolación de la quimera expresando algo que tal vez no lo lea nadie. A veces dejo algún comentario impertinente para hacerlo salir de la concha, pero te das cuenta de que el blog no es un instrumento de búsqueda e intercambio sino un artefacto de culto a la yoidad.
En un comentario le dije que me había sentido un poco herido, no por la descripción del blog, sino por el desprecio que mostraba y la intención de herir.

Me respondió con unos versos. AMOROSAS CRUELDADES, aparecía en cursiva.

A quién le interese puede leer la entrada completa y esos versos tras mi comentario aquí.

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