11 febrero, 2014

Adiós al libre albedrío.


Parece ser que desde la neurociencia se niega el libre albedrío. Me preguntaba yo...¿De qué modo este descubrimiento llegará al gran público?
Ya lo sé. Poco a poco. Medicalizandolo todo. No hay voluntad. Solo hay enfermedades y medicinas que las curan.
El otro día comía en casa de un matrimonio. La madre de ella, una señora muy mayor, pero en sus cabales, había estado quejándose todo el tiempo. Por llamar la atención se quejaba de males más o menos ficticios, estaba ansiosa y pedía constantemente auxilio (metafóricamente, se entiende). Su hija, a su vez, se quejaba de su madre pero al final, rectificando, concluía: “Ya sé que ella no tiene la culpa. En realidad, el motivo es que está mal medicada”. Se refería a las pastillas que toma para la depresión, la ansiedad o lo que sea.

El problema ya no es la voluntad de la anciana. Ella, aunque sea una persona normal, está dominada por su ansiedad y ya no tiene voluntad. Ahora es un problema de medicinas.
Con motivo de mis clases de psicología he visto un programa de Redes sobre las drogas. "Moléculas que enganchan". ¿Qué se dice ahí sobre los drogadictos?
En el video se afirma que la adicción a las drogas (en algunos casos) es resultado de una carencia química de los cerebros de los drogadictos. Esa carencia la compensan con una determina droga. Se sabe que alteraciones en los niveles de endorfinas y sus receptores son un factor de riesgo para la adicción a la heroina, al alcohol o a la cocaína. Es decir, quien se vuelve drogadicto es porque tiene una predisposición biológica. ¿Y como solucionaremos las adicciones? Con otras drogas. David Nutt, el experto que habla, lo dice varias veces. 
Los suecos tienen el indice más bajo de enfermedades relacionadas con el tabaco. Han sustituido el tabaco por snus.  
Durante un tiempo, las muertes por cocaína bajaron (en UK, creo) porque había una sustancia legal más suave que la sustituía (miau-miau). Droga que ahora es ilegal.

En el video se afirma que se evitará el alcoholismo recetando ansiolíticos y antidepresivos a aquellos que, buscando un alivio al estrés, se vuelven alcohólicos .

Conclusión: se acabó la culpa o la responsabilidad. Lo que queda son enfermedades y medicinas.

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