10 diciembre, 2013

Dos poemas hermosos.

Quería hoy copiar aquí unos poemas de Eloy Sánchez Rosillo.
Quizás lo suyo sería dedicarle una entrada a cada uno, para darle la importancia que se merecen pero mejor por pares. Así, si no os gustara uno os gustará el otro.

VISIÓN DE LA MAÑANA.
Después de muchos años,
pasé en el autobús hoy por la puerta
de mi casa de niño, mientras iba
a algún otro lugar de la ciudad.
La casa sigue en pie, con su aspecto de entonces,
Aunque desvencijada y ya sin nadie.
Unos momentos sólo
tuve para mirarla, y entreví
a mi madre que, aún joven, salía sonriente
de ese portal, conmigo de la mano,
hacia un día del mundo.
El sol de la mañana cayó sobre nosotros
y luego nos borramos en la luz.

 PRINCIPIO Y FIN Puede ser que te digas: “El verano que viene 
quiero volver a Italia”, o “El año que hoy empieza
tengo que aprovecharlo; con un poco de suerte 
acabaré mi libro”, y también: “Cuando crezca 
mi hijo, ¿qué haré yo sin el don de su infancia?”. 
Pero el verano próximo, en verdad, ya ha pasado; 
terminaste hace muchos años el libro aquel 
en el que ahora trabajas; tu hijo se hizo un hombre
y siguió su camino, lejos de ti. Los días
que vendrán ya vinieron. Y luego cae la noche.
A la vez respiramos la luz y la ceniza. 
Principio y fin habitan en el mismo relámpago. 

Ambos son hermosos. Ya lo he dicho otras veces, soy muy sentible al “ubi sunt”, pero ni sé hacer un poema ni se me ocurre una reflexión que no sea un tópico. Por eso me ha alegrado encontrar estos poemas en HEMEROFLEXIA, el blog deTrapiello.

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