10 septiembre, 2013

El inexistente problema del mal para los ateos.

Hace años un amigo agnóstico se preguntaba por escrito sobre el sentido que tenían las enfermedades.
Le intenté explicar que no tenía sentido no creer en Dios y al mismo tiempo preguntarse por qué había mal en el mundo. No sé si lo conseguí vosotros veréis. 

"Uno puede quejarse de lo quiera, que es lo que hacemos todos cuando algo nos duele. Te pisan el dedo pequeño del pie y chillas… Te acuerdas de que hay enfermedades y lo lamentas. El llanto no está en contradicción con nada. Otra cosa es pedir explicaciones, y eso es lo que yo entendía que tú hacías. QUERÍAS ENCONTRAR RAZONES PARA LA EXISTENCIA DE LA ENFERMEDAD, pedirle cuentas a alguien o a algo. Te parecía que esto estaba mal “diseñado”. Esa es la incoherencia. Por un lado te reconoces agnóstico (no se sabe que haya Dios bueno, ni providente, ni diseño divino ni nada de eso) y por otro sigues partiendo de “la idea de un diseño” que se supone que debería ser bueno y al que tú le encuentras fallos.

Si prescindimos de toda creencia religiosa y nos atenemos a lo que dice la ciencia biológica (lo que sabemos de un modo comprobado sobre las cosas) la vida en la tierra no responde a propósito ni diseño alguno. Las mutaciones que  “dirigen” la evolución se producen al azar, sin buscar unos resultados u otros, (es más, la mayoría son inviables y desaparecen) La naturaleza no busca nada, es ciega y sin sentido. No hay propósitos, ni bien ni mal. Lo que hay son una especie de dados que se lanzan y se lanzan y algunas combinaciones tienen premio y la gran mayoría no. Hay seres humanos, hoy, como en otros tiempos hubo dinosaurios y se extinguieron, o como podría haber otra cosa, no es algo que la naturaleza haya buscado.¿Qué sentido tiene pedir cuentas sobre la felicidad, de los seres humanos, sobre si tienen enfermedades o no, sobre si sufren o disfrutan? En la naturaleza no hay nada justo ni injusto, ni bueno ni malo. La vida tiene unas leyes pero esas leyes no están hechas para que los animalitos lo pasen mejor ni peor, Somos resultado del azar y por tanto unas veces lo que suceden son cosas agradables y otras desagradables.

Cuando uno pregunta algo siempre parte de unos presupuestos, da por supuesto algo que hace compresible la pregunta y le da sentido. Si tú preguntas que por qué tenemos que sufrir, la pregunta da por supuesto un mundo (más o menos lógico) en el cual la gente no sufriera. Ese es el presupuesto que yo denuncio como incoherente con tu agnosticismo porque en realidad es el presupuesto de un Dios Bueno. “Y vio Dios que el mundo era bueno”.

S. Agustín y S. Tomás se preguntaban por qué existe mal en el mundo (enfermedades, muerte) pero las teorías para justificar la existencia del mal únicamente tienen sentido si damos por supuesto que Dios creó un mundo bueno y que siendo Dios bueno todo debería serlo. Por cierto la respuesta suele ser eso de “que Dios escribe derecho con renglones torcidos”.

Dicho de otro modo ¿por qué no te preguntas que por qué gozamos, que por qué pasamos muy buenos ratos, que por qué la mayor parte del tiempo estamos contentos? Preguntas de este tipo supondrían que lo lógico es sufrir (el diseño aquí provendría de un dios malo) y querrían saber cual es la razón por la cual a veces disfrutamos. ¿Explico lo que quiero decir cuando digo que presupones un mundo feliz?

Decías: "Estimo que la enfermedad no tiene ninguna cualidad positiva y no es necesario que exista un Dios para afirmar esto. Es un hecho que constatamos y sufrimos, por desgracia, todos los días. No me es necesario la existencia o no de Dios para quejarme sobre ella."

La enfermedad no tiene ninguna cualidad positiva. ¿Pero quién te ha dicho que todo lo que le pasa a los seres vivos tiene que ser positivo? Ese es tu presupuesto equivocado. ¿La enfermedad hace a los seres vivos inviables como seres vivos? Que yo sepa no. Pues eso es todo lo que la naturaleza pide para que algo exista, que sea capaz de vivir el tiempo suficiente para dejar sucesores. Es lo de menos si lo pasas bien, mal o regular. Un día, todos los zánganos de las abejas son expulsados de la colmena y mueren después de haber hecho un vuelo para fecundar a la reina. Esto no es ni justo ni injusto, ni bueno ni malo. Esto es la manera de funcionar de las abejas. Los humanos sufren enfermedades a los largo de su vida (algunas muy dolorosas y otras menos) pero no hay nadie (desde tu agnosticismo) a quien pedir cuentas ni explicaciones.

Podría existir un ser vivo que se pasara dos tercios de su vida engendrando hijos y el último tercio muriéndose entre horribles dolores. ¿Dónde está el problema?

No hay comentarios:

Publicar un comentario