21 julio, 2013

Un baile me dejó hechizado.

Estoy en Almería. Por circunstancias que no vienen al caso asistí al Concurso de Danza Española que se ha celebrado estos días en la ciudad. Nunca había pensado nada sobre la danza ni le había prestado atención.
Es algo extraño que cuando piense en el arte no piense en la danza. Un baile no queda cosificado en un objeto como es un cuadro, una escultura o un edificio. Es verdad que puede haber un video, pero ver el baile en directo me dejó tremendamente impresionado.

Ella bailaba con un vestido negro de escote alto, falda hasta abajo y espalda trasparente. Una de sus largas piernas salía seductora en ocasiones por uno de los lados. Miraba de frente al público con una intensidad poco común. Su mirada hipnótica era mitad pantera y mitad cobra. Como una máquina de seducir. En seguida me acordé de la hija de Herodes (creo que era su hijastra). Tras bailar una noche para sus invitados Herodes le ofreció como premio cualquier cosa que quisiera ella pedirle. Su madre la convenció para que le pidiera la cabeza de Juan el Bautista.

Tras ver el segundo baile de Alicia Espinar Jiménez, que ganó el segundo premio de danza española de Almería, comprendo mejor este episodio bíblico.


Por cierto, si ella encontrara este blog… ¿podrías decirme cómo se llama la música que bailaste en la segunda parte, en la parte de baile libre?

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