15 octubre, 2012

MEDICINAS CONTRA EL DIVORCIO

A veces este blog es como los malos periódicos. Dan una noticia y luego no hacen el seguimiento correspondiente. De modo que por más que busques los días siguientes no consigues enterarte qué paso con aquello que te contaron el primer día porque era espectacular.


Informé con mucho detalle de la ansiedad que padecí antes de primavera y de como tuve que tomar lorazepam. Pero luego no informé de cuando dejé de tomarlos. Como sé que hay “cienes y cienes” de personas pendientes de este asunto voy a informar hoy.

Fue al terminar el curso. Aunque en otro momento especulaba sobre las posibles causas, creo que la crisis fue producida por el trabajo. Inmediatamente después de mi intervención quirúrgica por la fisura anal (que para mí fue el final del curso) dejé de tomarlos. Ya antes había empezado a bajar la dosis pero no tuve ningún síndrome de abstinencia. Aunque es verdad que durante todo ese tiempo estuve tomando analgésicos para el postoperatorio. No sé si eso tendrá algo que ver.

Me he acordado de todo esto porque he encontrado en Tercera Cultura una referencia a un artículo firmado entre otros por Savulescu en el que aboga por el uso de medicinas para mejorar las relaciones de pareja. Ya se lo había leído yo en castellano en este libro al mismo autor. Parece ser que la oxitocina tiene que ver mucho con los lazos afectivos. Savulescu propone que así como hay parejas con problemas que hacen terapia psicológica, del mismo modo ciertas sustancias…

¿No produce una repugnancia natural el tener que tomar una medicina para llevarte mejor con tu mujer? ¿No parece que estamos falseando el amor?

Tengo que encontrar un rato para explicar en otra entrada del blog los argumentos que Savuelescu da en contra de estas acusaciones.

Recuerdo que leí sobre ello aquellos días, cuando tenía que usar muletas químicas y me producía mucha tranquilidad pensar que quizás es un prejuicio injustificado no querer recibir apoyo químico cuando es necesario. No me entristece tener que llevar gafas, es una limitación, pero fácilmente subsanable. Con lo estresado que he empezado el curso ¿No sería mejor para mí –y para toda mi familia- aceptar como acepto las gafas que debo tomar un antidepresivo/ansiolítico de por vida? ¿No hay al mismo tiempo cierta valentía en querer vivir sin ayuda?

2 comentarios:

  1. Tu cuerpo tiene muchas reacciones químicas. Si tiene un desequilibrio y tienes que usar muletas químicas ¿por qué no?. Si, puede ser valiente no usar muletas o gafas o salir a la calle sin ropa o vivir sin calefacción, pero en fin, yo igual es que soy muy cómodo y me he malacostumbrado a la civilización. Eso sí, conociendo las consecuencias del uso de muletas, de gafas y demás apoyos. Que incluso algo tan inocuo a priori como la ropa puede proveocar alergias.

    ResponderEliminar
  2. Hay ciertas cosas que ni me las planteo. Sé lo que tengo que hacer, conozco los síntomas y pongo remedio rápido; el remedio durará menos que si lo estoy pensando días. ¡Qué tendrá que ver si es o no química para mejorar relaciones! Claro que para eso se tiene que estar solo un poco chalado y darse cuenta de que empezamos a dormir mal,a reinar demasiado o dar turres innecesarios.
    Es lo mismo que si te duele la espalda o cabeza y te tomas un analgésico.

    ResponderEliminar