09 diciembre, 2007

DISONANCIA COGNITIVA

No sé si Leon Festinger habría leído a Esopo. ¿Os acordáis de la fábula de la zorra y las uvas?

Lo que es seguro es que Esopo no leyó a Leon Féstinger. :-)

Yo tampoco. Conozco su teoría de la disonancia cognitiva a través de "El animal social" de Aronson.
Alguien experimenta una disonancia cognitiva cuando mantiene dos certezas que no son psicologicamente compatibles.
Es paradigmático el caso de la zorra de Esopo: "me apetecen esas uvas" y "no puedo alcanzarlas". Leon Festinger descubrió y mostró con experimentos que tendemos a reducir esa disonancia como sea. Los hombres no somos racionales sino "racionalizadores", buscamos razones que nos convenzan de que nuestras creencias y comportamientos son coherentes y lógicos. "Están verdes".
Descubrir ese carácter "racionalizador", que también descubrió Freud con los mecanismos de defensa y todos esos engaños del yo, ha marcado mi vida. Cuando pensaba sobre mí mismo siempre tenía miedo de estar engañándome para complacerme, para no sufrir, para poder vivir. Ese deseo de encontrar una verdad auténtica, que para tener garantía de verdad habría de ser desagradable creo que fue lo que me sumió en una depresión cuando tenía 20 años. (Además del estrés de estudiar teología por las mañanas y magisterio por las tardes, que esa es otra). Salí de ella con antidepresivos y ansiolíticos. Tengo noticia que ahora a los depresivos les hacen tomar antidepresivos de por vida. No es mi caso. Gracias a Dios no volví a tomarlos hasta el año de la oposición. Otra vez el estrés. Aprobé ese año, pero no hubiera pasado "el antidoping". Esto sucedió hace casi 20 años. Y toca madera. Sin embargo aquellos episodios fueron hitos muy significativos en mi vida. No es ésto lo que quería contaros. Sòlo venía a hablar de la teoría de la disonancia cognitiva. Con mis alumnas de psicología he vuelto a repasar los experimentos de Festinger en el que las personas fumadoras restan credibilidad a los informes médicos contra el tabaco para huir de la tensión que produce la incoherencia.

Del libro de Aronson he escaneado unas páginas aquí. Ya sabéis, el blog como servicio público.

Ya sabéis, cuando alguien os diga que estáis cayendo en una contradicción y que lo que decís no es coherente con otra afirmación vuestra anterior, sólo tenéis que responderle muy tranquilos:

Experimento cierta disonancia cognitiva.
--------------
Se me ocurre otro caso de disonancia cognitiva. Si Juan Ramón Jimenez quería tener un público inmenso y sabía que su poesía era minoritaria, la solución es sencilla. "Escribo para la inmensa minoría"

5 comentarios:

  1. No hay mayor disonancia cognitiva que empeñarse en que el mundo sea como tiene que ser ¡Eso! que cambie el mundo entero antes que apearme yo de la burra.
    No sé si tendrá esto algo que ver con su entrada, profesor.

    ResponderEliminar
  2. Catarrrino, creo que te refieres al idealismo. El mundo en tu cabeza es de una manera (como tú crees que es y debe ser) y luego te disgustas de que la realidad no responda a tus deseos.

    Es una manera muy equivocada de hacer política. Para modificar la realidad hay que partir de como es realmente (no de como a tí te gustaría que fuera), sólo desde ese presente real, a través de un camino posible, puedes pasar un futuro que sea mejor que lo que hay. Pero sin engañarte, partiendo de lo que hay, de cómo son las cosas realmente y nunca de como a mí me gustaría que fueran. ¿Estás de acuerdo?

    Empeñarse en un futuro utópico sin aceptar el presente desagradable y negándolo como si no tuviera derecho a existir sólo porque en "tus ideas" no es justo es una manera ineficaz y peligrosa de hacer política.

    ResponderEliminar
  3. No, yo iba más por lo privado y tampoco me refería a mí. Verás, un suponer o con parábolas que es la unica manera de que se me entienda.
    El día de Nochebuena mi mujer dice que "como tiene que ser" la familia cena junta. Mi hijo, que lleva ya cuatro años intentando hacerlo con la familia de su novia (y ella, claro, -"son más liberales", ya me entiendes-) que este año le toca allí.
    A mi me da lo mismo. A ellos no.
    ¿Es este un caso de disonancia -matrimonial y paterno filial- cognitiva, sí o no?

    Por cierto, a tu pregunta: sí, estoy de acuerdo.

    ResponderEliminar
  4. Loia,gracias por recomendarme el libro de Aronson.Espero poder leerlo pronto.

    Me reí mucho con tu primer vídeo sobre educación.¿Te acuerdas cuando todas las actrices querían rodar con Almodóvar?. A este paso vamos a oir al profesorado
    diciendo:"Me encantaría grabar con Loiayirga".

    ResponderEliminar
  5. Me halaga tu comentario, Teresa, pero no soy tan optimista. El primer video lo vieron 42 personas, sin embargo el segundo ya sólo lo han visto 21. ¿por qué? Se ve que no a todos les quedó tanta gana de repetir.

    Los de Perec (que iban juntos) los vieron en torno a 50 personas.

    ResponderEliminar